En Pontevedra gran parte de la ciudad rezuma historia por cada uno de sus poros. Dos claros ejemplos que recientemente acaban de entrecruzarse en este camino histórico es el del antiguo Kiosko Paredes y el de Panaderías Acuña, ya que el cierre del primero propició la apertura de un nuevo establecimiento del segundo en la ciudad.
Nadie pondrá en duda que el negocio de Paredes fue uno de los más emblemáticos de la capital de la provincia. Su fundador, Enrique Paredes, empezó vendiendo prensa por la calle hacia el año 1904 y, tras diversas vicisitudes, en abril de 1941, acabó por instalar su kiosco en el número 1 de la calle Benito Corbal (hoy en día la milla de oro de Pontevedra).
Tres generaciones pasaron por detrás del mostrador del local de venta de periódicos y revistas, convirtiendo a Paredes en un establecimiento icónico, una referencia para miles de pontevedreses y un punto de encuentro para muchos de ellos. Cuestión esta que, además, hizo del propio emplazamiento un local histórico.
Y nadie mejor que Panaderías Acuña para tomar el relevo, aunque con una actividad distinta, pero que viene desarrollando también de forma paralela al devenir del paso del tiempo en la capital, a lo que se suma que es ya la tercera generación de la familia la que está al frente de la empresa.
Los Acuña, que comenzaron su actividad en la actual panadería central de la avenida de Vigo, cuentan con más de 75 años de historia a sus espaldas, con un crecimiento que en los últimos años que ha sido espectacular, tanto en la ciudad como en otras localidades.
El nuevo establecimiento de Acuña es un 'take away', en el que lo que prima es una excelente atención, unos productos espectaculares, pero siempre para llevar, incluido el café si así se desea
Desde que Rogelio Acuña se hiciera cargo de aquella (hoy histórica) panadería, adquirida a un señor de apellido Irigoyen, Panaderías Acuña se ha convertido en otro emblema de la ciudad, tanto por su crecimiento (casi en cada esquina hay uno de sus establecimientos para disfrutar de sus excelentes productos) como por el cariño que los pontevedreses le profesan.
Y así, como quien no quiere la cosa, van pasando los años y tanto las personas como las empresas, entre otros, son los que realmente protagonizan la historia de las ciudades. Lo curioso de este caso es que, después de tantos años de unos y otros, finalmente sus caminos se cruzasen. Y tanto es así que nos preguntamos cuántos pontevedreses no se referirán al 'Acuña de Paredes' cuando hablan del nuevo establecimiento de la panadería en la calle Benito Corbal número 1.
El pasado 4 de febrero, viernes para más señas, abría sus puertas Acuña en este emblemático local que, a buen seguro, le dará muchísimas alegrías a la empresa familiar, no en vano está al lado de la Praza da Ferrería y a un paso de la 'milla de oro' comercial de Benito Corbal, de la Praza da Peregrina y de la calle Michelena.
¿Y se imaginan cuál fue el titular de la noticia en Diario de Pontevedra, encabezando la crónica de sociedad de la jornada? Pues un llamativo "¡Adiós Paredes! ¡Hola Acuña!". Así es la vida, unos pasan y otros llegan, en este caso un espacio dedicado a la gastronomía pero con una trayectoria histórica de más de 75 años.
Y de la historia a lo moderno, ya que el nuevo establecimiento de Acuña es un 'take away', en el que lo que prima es una excelente atención, unos productos espectaculares, pero siempre para llevar, incluido el café si así se desea. Una fórmula cada vez más de moda y que es perfecta para un local como al que nos referimos.
Gran variedad de pan, las mejores empanadas, tartas y pasteles de todo tipo, roscones y toda una gama de productos con la que cualquier debería dejarse sorprender, si puede ser a diario, tanto en la nueva tienda como en todas las demás de Panaderías Acuña.
